Jey Mammón la rompe, desde que inició su programa “Los Mammones” no para de recibir un éxito tras otro, de hecho es el programa que más rating hace en América y eso le ayudó bastante al canal, es por eso que lo cuidan tanto de la producción del mismo. Y es que es increíble la cantidad de famosos que visitaron el show del comediante.
De hecho, el conductor de “Los Mammones” en plena cima de su éxito recibe una oferta laboral detrás de otra y todas súper interesantes. Además del hecho de que ahora todos los famosos quieren ser convocados al programa de Jey Mammón y aunque parezca infantil, eso ha derivado en un rumor.
Se dice por los pasillos de todos los medios que Jey Mammón estaría no solo orgulloso de su logro sino que también bastante agrandado, algo que no le agrada a nadie. Fue por eso que hace poco dialogó con Diario Show y habló justamente sobre ese pequeño y polémico detalle.
Ni bien arrancó la entrevista, lo primero que escuchó Jey fue: “Vamos al hueso. ¿Estás agrandado?”. Sin sorprenderse, porque es algo que se comenta hace bastante y con toda la sinceridad del mundo, el conductor se acomodó y respondió de una manera súper natural y con una buena razón para creerle.
“No, cero. Lo que me gusta de mi presente en los medios es mi capacidad de asombro. De repente van pasando cosas que, no sé si son superadoras, pero dan un paso más”, comenzó a relatar Mammón sobre la pregunta que le habían realizado del fuerte rumor que lo acecha hace un tiempo.
Pero no todo quedó ahí porque Jey agregó y cerró: “Entonces, trato de sorprenderme siempre y se dan en el marco del programa que hago. A veces pienso que es virtual lo que sucede en la tele, pienso que no es parte de la realidad, o de la vida; entonces, los clímax, o los momentos altos, los quiero vivir con cierta serenidad”.
Para mostrarse humilde, como siempre lo fue y lejos de ser consumido por la fama y el ego que eso conlleva, Jey recordó junto al periodista los inicios de su carrera y cómo creció con el paso del tiempo: “Debuté en CM y el conductor era Santiago del Moro. Yo salía en off y ese comienzo graficó la manera en la que fui avanzando. Es más, cuando Santi pasó a América y me quiso llevar, opté por quedarme con Susana Castello. Di un paso más chiquito. En el viejo edificio de Crónica, de Riobamba 280, aprendí el oficio del conductor; fue un laboratorio de pruebas, hacía personajes y algunos de los que hago ahora, nacieron ahí. Tenía un lugar donde guardaba los disfraces y tal vez, detrás de esos trajes, me sentía menos expuesto”.
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