Este mes se cumplen 18 años del fallecimiento de Javier Portales, el actor que acompañó durante décadas a Alberto Olmedo en sus trabajos para cine, teatro, radio y televisión.
El artista nació con el nombre de Miguel Ángel Álvarez en Córdoba, el 21 de abril de 1937, y arrancó su carrera profesional a los 14 años, cuando lo contrataron en un popular radioteatro de Rosario. Tres años después se mudó a Buenos Aires, donde comenzó una brillante carrera que lo consagró bajo su nuevo nombre de Javier Portales.
El actor participó de más de un centenar de films, muchos de ellos rodados junto a sus amigos Alberto Olmedo y Jorge Porcel, pero ese costado popular de su trabajo impidió que mucha gente supiera que, además, Javier Portales era un notable intérprete de obras clásicas de Shakespeare y Chejov, o que había escrito “La sartén por el Mango”, que sería llevada al cine con notable éxito.
Con respecto a su vida personal, el actor se casó y estuvo en pareja con Delia durante décadas, hasta que, en 1995, conoció en los pasillos de un canal de televisión a una mujer treinta años menor que se convertiría en su nueva mujer.
La situación pronto se complicó porque, además de un complejo divorcio, Portales comenzó a sufrir fuertes dolores en la espalda que le hacían imposible trabajar, eso lo llevó a una depresión y un agravamiento de sus problemas de salud. Según la versión de sus abogados en ese momento, la pareja de Javier decidió irse a España y lo dejó solo, sin recursos ni ayuda, y el actor se encontró de repente sin capacidad de moverse por su pequeño departamento ni dinero suficiente para cubrir su seguro médico.
En el 2003, a los 66 años, falleció el querido intérprete que ya solo podía moverse en una silla de ruedas. Estaba internado en una cama del Hospital Ramos Mejía, como resultado de una descompensación diabética que había sufrido.
Su recuerdo de Olmedo
“No pienso que Alberto estaba en un mal periodo de su vida, estaba atravesando un buen momento”, dijo Portales en 1988, cuando se enteró que su amigo acababa de morir, luego de caer desde un balcón en Mar del Plata. Hoy, en la esquina de Corrientes y Uruguay hay dos estatuas sentadas en un sillón, que representan a Borges y Álvarez, los dos célebres personajes de “No Tocan Botón” que el capocómico y su amigo interpretaron durante años para delicia de los televidentes.
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